lunes, septiembre 05, 2005

Una de misterio...

Considero tener una buena cantidad de calcetines. Prefiero los lisos de color negro. De esos tengo casí una docena. Sin embargo, siempre es conveniente tener unos cuantos pares más, de distintos colores. Grises, cafes y beich (ja ja ja).
Seguramente mi casa no es la única en la ciudad, en la que conviven con los humanos unos seres repugnantes y escurridizos. Sí, amigo lector, seguramente usted también ha sido víctima de sus fechorias y malandrinadas. Se levanta por la mañana. Apresurado. Abre el cajón. Cóge un par lo más parecido al pantalón que vestirá ese día. Y de repente... ¡Oh, no! No son pares. Rápidamente, busca algún otro bultito de color similar. Nada. Sigilosamente, estos entes demoniacos ha hecho desaparecer una exquisita selección de sus calcetines. No pudieron haber tomado como rehenes tres o cuatro de los negros. Decidieron tomar un calcetín de cada juego de los de color.
Ahora será momento de usar los sobrantes para dar "bola", limpiar la plata o quizá para sacudir algún estante.
¡¡¡Maldita sea!!! ¿Por qué los calcetines? ¿Por qué los que me gustan?

1 Comments:

Blogger Mario dijo...

Fufú: gracias por el regalo de cumpleaños. El que más me gustó fue el que me diste al último.

4:18 p.m.  

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