Conociendote
Todo iba a pasar tan de repente. Sin embargo, muchos estaban al pendiente de nosotros dos. Nunca antes nos habiamos visto.
Ya estabamos ahi, saludando a todos quienes nos rodeaban. Entre un abrazo y el siguiente apretón de manos nos mirabamos con complicidad.
Finalmente, uno enfrente del otro... Besamos las comisuras de nuestros labios y desatamos una descarga que nos recorrió al unísono.
Después de eso todo fue pensar en ti y en el infinito de tus labios que me faltaba por besar.
Ya estabamos ahi, saludando a todos quienes nos rodeaban. Entre un abrazo y el siguiente apretón de manos nos mirabamos con complicidad.
Finalmente, uno enfrente del otro... Besamos las comisuras de nuestros labios y desatamos una descarga que nos recorrió al unísono.
Después de eso todo fue pensar en ti y en el infinito de tus labios que me faltaba por besar.
Etiquetas: sueños
7 Comments:
No, no, no, Mario: la mejor entrada EVER. Me declaro FANS de tu post y del beso de comisura...
Gracias, es un gran halago viniendo de ti.
Hay labios infinitos, en verdad. Yo los he visto desde mi carpa en el desierto de ciertas espaldas, cuando oteo en el horizonte.
Buen post, mi hermano.
Dulce roce, imperceptible para otros, mas perdura en la memoria y en el tacto; constante recuerdo, labios que ansian y demandan frases sin palabras.
Las palabras sobran...
Ese mágico encuentro de miradas lo ha dicho todo.
La electricidad corre por los cuerpos al ver desnuda el alma y se sienten vivos al sentise cerca por primera vez, o como si fuera la primera vez.
¿Es posible que una mirada pueda salvar distancias más rápido que unos labios? Verdad es, la espera de los labios es incierta, sin tiempo, sin lugar.
En un beso, sabrás todo lo que he callado.
Firma:
"Existiré mientras tú estés leyendo ésto, después sólo seré un recuerdo"
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